La enfermedad del “gusano del corazón” es el nombre común con el que se conoce a la filariosis. Se trata de una enfermedad parasitaria producida por un nematodo (Dirofilaria immitis) que se transmite a través de la picadura de un mosquito culícido (Aedes y Culex).

Afecta, principalmente, a los perros y otros cánidos salvajes. Los gatos y los hurones, también, pueden verse afectados pero la prevalencia es menor. Aunque el hombre puede infectarse, se trata de un húesped inusual y no actúa como reservorio de la enfermedad.

La dirofilariosis es más frecuente en zonas cálidas y húmedas, ya que necesitan temperaturas templadas y zonas encharcadas para poder desarrollar sus larvas (por ej., cuencas de ríos). En España, las mayores tasas de infección se han detectado en las Islas Canarias y en el sur de la Península, así como en el Delta del Ebro.

Dirofilaria immitis es un nematodo que en sus fases adultas puede llegar a medir 30 cm de longitud. Las hembras eliminan a la sangre larvas que se conocen como microfilarias. Los mosquitos cuando se alimentan de un perro infectado, ingieren estas larvas. Dentro del mosquito las larvas tardan de 8 días a 2 semanas en desarrollarse, dependiendo de la temperatura ambiente, pasando de LI a LII y LIII, que es la fase infectante. Las larvas LIII se desplazan hasta la boca del mosquito y cuando vuelven a alimentarse de otro perro, penetran en él.

Una vez dentro del nuevo hospedador pasan a LIV (en 3-4 días) y, por último, se trasnforman en LV o preadulto (en 50-70 días). Estos preadultos miden 2-3 cm y tienen mucha movilidad, pudiendo llegar a varios órganos como el ojo, bazo, arterias cerebrales y arterias de los miembros posteriores, aunque su localización habitual son las arterias pulmonares, a las que llegan a través de la circulación venosa (después de 50-70 días de haberse producido la infección). A los 3 meses alcanzan la madurez sexual y pueden liberar de nuevo microfilarias, iniciándose de nuevo el ciclo. El tiempo transcurrido desde que ingresan en el hospedador hasta que pueden producir infección en otro animal es, aproximadamente, de 6 meses.

Los síntomas que presentan los animales infectados son, principalmente, los derivados de su localización en el corazón. Se distinguen 4 síndromes:

-          Hipertensión pulmonar: produce tos crónica, fatiga y dificultad respiratoria.

-          Fallo del corazón derecho: que se manifiesta con fatiga, tos y dificultad respiratoria intensa, edema de pulmón y ascitis (entre otros síntomas).

-          Fallo hepático: con alteración de todas las enzimas hepáticas, mucosas pálidas o amarillas, gran debilidad y depresión.

-          Neumonitis alérgica: con tos seca intensa, dificultad respiratoria, intolerancia al ejercicio y crepitaciones en el pulmón.

La formación de trombos es una complicación frecuente que puede llevar a la muerte del animal.

Aunque existe tratamiento médico y quirúrgico (extracción de los adultos de los vasos sanguíneos afectados), debido a las complicaciones que pueden surgir y a la gravedad de las lesiones, se recomienda realizar un tratamiento preventivo.

Por ello, si vas a viajar a una zona de riesgo o vives en ella, puedes emplear distintos productos que existen en el mercado, por ejemplo:

-          Ivermectina (6-12 g/kg) en comprimidos.

-          Milbemicina ((0,5-1 mg/kg) en comprimidos.

-          Selamectina (pipetas spot-on).

Todos ellos se aplican mensualmente durante las épocas de riesgo.

Si has viajado a la playa y no has aplicado ningún tratamiento, se pueden realizar test en sangre para detectar precozmente la enfermedad.

La enfermedad periodontal es una enfermedad infecciosa causada por la placa bacteriana o sarro (acúmulo de sales de calcio y fósforo sobre los dientes) y que afecta al periodonto.

El periodonto está formado por la encía, el cemento, el ligamento alveolo dental y el hueso alveolar, que se encargan de sujetar el diente al hueso.

Cuando sólo produce una inflamación de las encías (gingivitis) el proceso es reversible, si se elimina el sarro, pero si esta inflamación afecta a los tejidos que sujetan el diente al hueso (periodontitis), el proceso es, prácticamente, irreversible.

Aproximadamente, el 80% de los perros y gatos padecen enfermedad periodontal. Siendo más frecuente en animales de pequeño tamaño y mayor edad. Si, además, el animal padece alguna otra enfermedad como diabetes, síndorme de Cushing, etc, las bacterias de la boca pueden llegar a otros órganos del cuerpo a través de la sangre, empeorando la enfemedad.

Por otro lado, se sabe que la presencia de placa bacteriana en la boca favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares, trastornos en la reproducción, dificulta la respuesta a la insulina (diabetes mellitus) y puede producir abscesos a nivel del hígado.

¿Cómo puedo evitarlo?

Para evitar la enfermedad periodontal es, fundamental, la prevención. Si todavía no hay sarro o placa bacteriana, existen varios métodos en el mercado para retrasar su aparición:

• cepillado de los dientes 2 veces por semana: se emplean un cepillo y una pasta dental especiales.
• polvos mezclados con el alimento: se añaden a una de las raciones diarias. Tienen un efecto abrasivo cuando el animal mastica.
• líquidos que se aplican en el agua de bebida. Con el mismo efecto que los polvos.
• huesos dentales: normalmente, presentan aristas que facilitan la limpieza de los dientes al comerlos. Además, llevan sustancias añadidas que dificultan que se adhieran las sales.
• piensos especiales: con croquetas de mayor tamaño.
• juguetes, conocidos como dentafun.

Se pueden combinar varios de estos métodos, pero es muy importante ser constantes.

¿Y si ya hay sarro?

Entonces, se debe realizar una limpieza de boca, que consiste en eliminar la placa bacteriana mediante un aparato de ultrasonidos. Suele ir acompañado de un curetaje, cuando es necesario, y un pulido dental, para retrasar la acumulación de nueva placa bacteriana. Se realiza bajo anestesia general.